domingo, 4 de agosto de 2024

Una reforma integral

Maximiliano Basilio Cladakis


La Argentina está rota, quebrada, arrojada al abismo. La sentencia punk “no hay futuro” es nuestra realidad efectiva. El régimen puede cumplir objetivos, metas, consolidar su hegemonía. Pero ese futuro es sólo para las corporaciones y oligarquías, verdaderos hacedores de las políticas implementadas por el gobierno de coalisión LLA-PRO.  El destino de todos nosotros ya se encuentra determinado. No se trata de una crisis, sino de un plan sistemático de expropiación de bienes y recursos, de miseria, de represión y vejación de derechos. Como decía John William Cooke en torno al Régimen de Ongania, el actual Gobierno combina lo peor del liberalismo y lo peor del fascismo. Nuestra historia parece estar enmarcada en un ciclo de repetición constante. Una maldición que nos atraviesa y que parece imposible de ser exorcizada.

Que se entienda, la Argentina no está quebrada solo en el sentido económico, sino también, política y culturalmente. Todos los valores, axiomas y principios del Régimen son inhumanos y deshumanizantes. El hecho de que este gobierno haya sido electo por medio del voto es una prueba contundente de ello. No nos interesa, aquí, la tarea imposible de elucidar las causas del resultado electoral. Ni tampoco arrojar culpas a propios o ajenos. Lo que importa es que, en los discursos de campaña, se declaró lo imposible de aceptar, lo imposible de avalar. Y sin embargo, todo ello fue legitimado: los discursos de odio, la aporofobia, la injusticia, la desigualdad, la Dictadura Cívico-Militar, y un infernal e interminable etc.

Frente a esto, no se trata únicamente de proyectar críticas técnicas al aspecto económico, sino que debe someterse a una crítica integral todo el conjunto de acciones, ideas y discursos de gobierno. La conversión de nuestro país en una tierra de pillaje, de saqueo y de represión, no tiene motivos exclusivamente económicos; lo político, lo cultural, incluso, lo ético y lo ideológico cumplen un rol determinante.


 Ellos proponen una refundación de nuestro país. Incluso, hablan de “batalla cultural”. Esa batalla es la que debemos dar. La misma Cristina Fernández de Kirchner habló sobre la necesidad de forjar un nuevo sentido común y de la importancia de la formación política, para enfrentar la colosal envestida de la propaganda que se expande por los medios tradicionales y por los medios digitales. No debemos suturar una rotura, sino militar un proyecto de país nacional, popular, democrático, bajo las banderas de la Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica. Un proyecto que es antagónico a lo ha sido convertida la Argentina por el actual Régimen.




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